El secreto detrás del queso y el efecto que produce en el cerebro

El queso, ese manjar lácteo que deleita todos los paladares, esconde secretos que van más allá de su sabor. Un creciente cuerpo de investigación científica está revelando cómo este alimento interactúa con el cerebro, influyendo en las emociones y funciones cognitivas.

El queso y el cerebro: una conexión sorprendente

Según Dr. Mill Etienne. E, especialista en neurociencia el queso contiene una serie de compuestos que interactúan con el cerebro de manera única. Uno de los componentes clave es la casomorfina, una sustancia similar a los opioides que se produce durante la digestión de la caseína, la proteína principal del queso.

La casomorfina actúa en el cerebro de manera similar a la morfina, generando una sensación de placer y bienestar. Esta respuesta es similar a la que experimentamos cuando comemos chocolate o tomamos ciertos tipos de drogas. Es por esta razón que muchos de nosotros sentimos una adicción al queso y una irresistible necesidad de volver a consumirlo.

Beneficios del queso para el cerebro

Además de su efecto en el estado de ánimo, el queso también aporta otros beneficios para la salud cerebral:

• Fuente de triptófano y tirosina: Estos aminoácidos son precursores de la serotonina y la dopamina, neurotransmisores asociados con la felicidad y la motivación.
• Rica en vitamina B12: Esta vitamina es esencial para el funcionamiento del sistema nervioso y puede ayudar a prevenir la demencia.
• Contiene calcio y fósforo: Estos minerales son fundamentales para la salud ósea y también desempeñan un papel importante en la transmisión de los impulsos nerviosos.

El lado oscuro del queso

Si bien el queso puede tener efectos positivos en el cerebro, también es importante tener en cuenta algunos aspectos negativos:

• Alto contenido en grasas saturadas: Un consumo excesivo de queso puede contribuir al aumento de los niveles de colesterol y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
• Adicción: La casomorfina puede generar una dependencia al queso, lo que puede llevar a un consumo excesivo y desequilibrado.
• Intolerancia a la lactosa: Muchas personas son intolerantes a la lactosa, la azúcar de la leche, lo que puede causar molestias digestivas al consumir queso.

¿Cuánto queso es saludable?

La clave está en la moderación. Aunque el queso puede ser parte de una dieta saludable, es importante consumirlo con moderación y elegir variedades bajas en grasas saturadas y sodio. Además, es recomendable consultar con un nutricionista o médico para determinar la cantidad adecuada de queso según tus necesidades individuales.

El queso es un alimento que, además de ser delicioso, puede tener un impacto significativo en el cerebro. Sus propiedades pueden mejorar el estado de ánimo, nuestra memoria y nuestras funciones cognitivas. Sin embargo, es importante consumirlo de manera responsable y consciente, evitando el exceso.