Por Camila Perez
Eduardo Capetillo fue durante los 80 y los 90 uno de los galanes de telenovela más aclamados entre los productores y directores. A su lado famosas como Thalía o Mariana Garza vivieron su época de esplendor, aunque ninguna como una de la cual se burlaron y le hicieron la vida imposible hasta que ella les cerró la boca.
En 2012 Gabriela Spanic y Eduardo Capetillo se convirtieron en los protagonistas de “La otra cara del alma”, la producción que fijó el regreso de Michelle Vieth a las telenovelas, junto a Saby Kamalich y Sergio Klainer. En la trama dieron vida a la pareja principal con la cual los besos y escenas románticas no faltaron.
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Pero muchos años antes de que Gabriela Spanic se uniera a Eduardo Capetillo, una de sus primeras telenovelas, “La Usurpadora” no solo le dio la fama, sino muchas críticas. Según reveló en una entrevista a Álvaro Cueva, tuvo que enfrentar duras críticas y todo por su acento de nacimiento: el venezolano.
La actriz dijo que sus superiores le gritaban desde todas partes que debía cambiar su manera de hablar si quería triunfar hasta el punto de hacerla llorar. Fue entonces cuando la enviaron a tomar clases de dicción y lenguaje con Adriana Barraza hasta que finalmente pudo cambiar en cierta forma su acento y terminó por cerrarles la boca con el enorme éxito que tuvo.
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