Por Melisa Santander
¿Qué tienen en común El pecado de Oyuki, Serafín, Abrázame muy fuerte, Salomé? muy sencillo en todas estas producciones brilló el talento y carisma de la actriz Rosita Pelayo, quien ha compartido pantalla con Edith González (Salomé) y Fernando Colunga (Abrázame muy fuerte).
Hija de uno de los grandes actores de México, el recordado Luis Manuel Pelayo, que se volvió inmortal con su frase: “sube pelayo sube”. La actriz debutó en la serie cómica “Cachún Cachún ra, ra” y gracias a su talento incursionó en novelas que la llevaron al éxito.
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Pero la fama trajo un dolor profundo, le diagnosticaron artritis reumatoide, una enfermedad cuyo futuro se veía oscuro, pues es degenerativa, y podía dejarla postrada o en silla de rueda; pero fue más su voluntad de vivir y se dijo a sí misma: “Me voy a levanta y a caminar”.
Tras casi dos años de ausencia la actriz volvió a los escenarios para dar su testimonio de vida, aunque el dolor de la enfermedad era fuerte, fue más su determinación y ayuda de los médicos que lograron aliviar un poco su malestar, aunque sus manos ya sufren el efecto de la artritis y se tiene que movilizar en silla de ruedas la actriz sigue luchando por su bienestar.
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